LOS RECORRIDOS QUE ESPERABAS

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LOS RECORRIDOS QUE ESPERABAS

viernes, 30 de mayo de 2014

RELATO DE LA RUTA DE ABRIL 2014 POR MARRUECOS

RUTA ABRIL 2014 POR MARRUECOS



 Salimos de Zaragoza el día 10 con tranquilidad, este año íbamos a hacer la bajada a Algecíras en dos etapas. Paramos a cenar y dormir en el embalse de Cubillas, al norte de Granada. Buen sitio a orillas del embalse, cerca de un restaurante, muy tranquilo y silencioso.

Al día siguiente temprano salimos hacia Algecíras. Allí fuimos a la Agencia Normandie (Gutiérrez Ticket para mi) a recoger los pasajes de Ferry. Lo tenían todo preparado y listo. La verdad es que son una gente eficiente y muy amables, con la que da gusto tratar. Comimos rápido por allí cerca y pasamos el Estrecho a primera hora de la tarde. Una vez desembarcados en Ceuta nos dirigimos al gran aparcamiento que se sitúa entre la ciudad y la frontera, pegado al mar, con la playa y unos puestos de salazones al lado. Salimos a pasear y cenar por esa bonita ciudad española y nos acostamos temprano para salir al día siguiente hacia Tetuan.


Peñón de Gibraltar
Antigua fortaleza de Ceuta


  
Aparcamiento en Ceuta
                                               
Por la mañana del día 12 pasamos la frontera con una rapidez inusual, todo va mejorando. Nos dirigimos a Tetuán, al conocido parking situado al lado de la medina, bajo el monte coronado por el viejo cuartel de Regulares de Tetuán. Dedicamos el día a contactar con nuestro amigo Mustafa y ha hacer unos encargos en tiendas y artesanos de la medina. Yo tenía el empeño de conocer un buen maestro del cuero que me hiciera unas alforjas que necesito para ir a la transhumancia. Y lo conseguí, nuestro amigo Mustafa me llevó al más reconocido de la medina de Tetuán. Cuando al final del viaje recogí en encargo comprobé que efectivamente era un gran artesano, un maestro de talla. El resto del día paseamos, charlamos con Mustafa, comimos, tomamos tés e incluso alguno tuvo la ocasión de hacer de cicerone con turistas belgas.  Cenamos pescado en un sitio que no conocíamos y resultó muy bien.

A la mañana siguiente, ya día 13, fuimos a recoger a nuestras mujeres que venían en avión a Tanger y nos volvimos a Tetuán, pues les queríamos ensenar esta ciudad tan especial y con tanto recuerdo español. Por supuesto nos acercamos a Castillejos (Fnideq) para hacer alguna compra y ver las playas cercanas a Tetuán. En Tetuán paseamos por la medina y por el centro. Había un bullicio inusual y estaba todo más limpio y engalanado. Resulto que coincidimos con la visita del Rey Mohamed VI a Tetuán y sus alrededores. En el aparcamiento había algunos camiones del servicio de la casa real. Terminamos cenando en el mismo restaurante que el día anterior y disfrutando del fresco de la noche tetuaní paseando por sus decoradas calles.


Aparcamiento de la medina
Frutas y verduras en la medina


             Café en un Riad de la medina
El día 14 salimos hacia Asilah (Arcila). Pasamos la mañana en la carretera y visitando esa ciudad que también perteneció a la zona española del protectorado de Marruecos. Paseando por ella se pueden ver las murallas de la época de ocupación portuguesa. Los portugueses tenían (entre los siglos XV y XVIII) en el litoral atlántico marroquí varias plazas ocupadas con la finalidad de proteger sus barcos de la acción de los piratas (Ceuta, Asilah, El Jadida, Essaouira, etc), además Arcila fue un centro comercial importante en la ruta del oro sahariano. Muchas casas y callejuelas recuerdan la construcción típica de algunos pueblos andaluces. Los colores blanco, azul y verde de las casas dan una luminosidad especial al conjunto de la ciudad vieja, que se une al mar por una oscura franja de rocas erosionadas por el oleaje. Comimos en una de las terrazas de los restaurantes que están en el paseo que recorre parte de la muralla por la parte exterior. La autocaravana la aparcamos en una de las zonas habilitadas para ellas, la más cercana al puerto pesquero y murallas, una zona con hierva y unos servicios muy mínimos para nuestros cacharros.

Puerto de Asilah (foto desde zona de autocaravanas)

Vista de la costa desde la ciudad vieja

Casas con vistas al mar en Asilah

Calle típica de Asilah

Parte de la fortaleza portuguesa
  Después de comer salimos hacia Larache, última ciudad del protectorado español que vamos a visitar de momento. Ya hemos visto Tetuán, Fnideq (Castillejos), Restinga y Arcila). Larache es otro recuerdo de la presencia española en esta zona hasta el año 1956. Las calles, el mercado, el matadero, la iglesia del Pilar, el cementerio cristiano, todo eso y más es parte de ese recuerdo. Por otra parte está la recoleta y estupenda medina, en cuya parte alta se puede disfrutar de frescas plazas, mirador al puerto pesquero, el estupendo edificio del conservatorio y el silencio. Aparcamos la autocaravana en una calle cercana a la Plaza de la Liberación, ya que era difícil conseguir una buena zona para pernoctar en ella, y nos alojamos en el Hotel España, otro monumento al recuerdo en el que han arreglado algunas habitaciones. A mi mujer y a mí nos tocó una habitación con terraza que daba a la Plaza, muy apropiada para una sosegada digestión de una cena un poco regular en un lugar poco recomendable (a veces se mete la pata).


Curioso andamio

La plaza desde el Hotel España

Burrito madrugador paseando por la Plaza


Fortaleza de Larache y puerto al fondo


Medina de Larache





El próximo día cruzaremos el rio Loukus, que era la frontera entre los protectorados francés y español y nos dirigiremos a Rabat.

El día 15 desayunamos en una terraza de la calle peatonal y comercial donde estaba situado el hotel España. Salimos de Larache hacia Rabat con idea de pararnos en Mhediya plage y un poco antes en las ruinas de la fortaleza del siglo XII muy antigua al borde del mar, que protegió a la ciudad llamada El-Mamora ( la bien poblada) por los bereberes, no en vano es y fue un importante puerto de pescadores, además de guarida de piratas ingleses (como abundaban). La fortaleza que estaba en un alto, era alargada y tenía algunos ramales que bajaban hasta el mar, también se distinguían algunas puertas muy deterioradas próximas al mismo. En un costado de la carretera de acceso a Mhediya, a la altura de la citada fortaleza, encontramos un mercado de pescado muy bien surtido, de lo mejorcito que he visto por allí. Junto a él había un asador/parrilla donde se podía comer el pescado que ofrecían o el que cada uno se pudiera haber comprado previamente en el marcado. Entramos a Mhediya para enseñar a nuestras mujeres su estupenda playa y comimos allí un buen pescado. Después de comer salimos hacia Rabat. Al llegar primero dejamos a los que se alojaban en hotel y nos fuimos a aparcar la autocaravana en un parking situado al sur de la kasbah de los Oudayas y junto a la medina, donde pensábamos pasar la noche. Nos reunimos todos de nuevo para pasear hacia la kasbah y por las murallas que rodean la ciudad vieja y la medina. Al día siguiente visitamos la famosa e inacabada torre de Hassan, el mausoleo de Mohammed V, los jardines próximos y disfrutamos de la vista de Sale (antigua ciudad pirata), ciudad hermana de Rabat de la que le separa el río Bou Regreg. Rabat me parece una ciudad muy agradable, con unas bien organizadas y elegantes zonas modernas, y una medina muy interesante por sus artesanos y por la variedad de productos a la venta. Además en esta medina los vendedores son mucho menos insistentes, así el visitante puede pasear con más tranquilidad.

Fortaleza próxima a Mhediya playa


Playa de Mhediya

Torre de Hassan

Puerto deportivo y vista de Sale

Vista de Sale

Mausoleo de Mohammed V


Mausoleo de Mohammed V

Guardia del mausoleo

Medina de Rabat




Kasbah de los Oudayas





Guardia del mausoleo

Fuente exterior del mausoleo

Artesonado del mausoleo

Guardia del mausoleo

El día 16, por la mañana temprano partimos hacia Oualidia, con parada en Casablanca y El- Jadida. Llegamos pronto al primer punto con el fin de visitar la mezquita de Hassan II en una de las primeras visitas organizadas. Es un monumento que hay que ver, es impresionante y bello. Casablanca tiene unas cuantas cosas interesantes de las que disfrutar, pero será en otra visita. Esta vez el tiempo mandaba. Después de la visita nos desplazamos hasta Azemmur, una muy antigua ciudad llamada también Mulay Bu Shaib, situada a orillas del río Um er-Rabia y del Atlántico. Pasaron por ella navegantes púnicos, cartagineses y romanos. Como no, también los portugueses dominaron la ciudad unos 28 años en el siglo XVI. Sus importantes murallas y ciudad vieja son muy interesantes, pero están faltas de una mayor atención y cuidado, ya que el potencial que tiene es importante de cara al turismo y a los interesados en la historia y arqueología. En esta ciudad comimos en un restaurante muy frecuentado por sus habitantes y seguidamente nos desplazamos a El-Jadida. En esta ciudad, que fue considerada el mejor abrigo de la costa marroquí, hace gala de unas muy bien conservadas murallas, construidas por los portugueses, que se extienden a lo largo de la playa de Sidi Buzid y cuentan con cinco bastiones. Los portugueses hicieron aquí un importante esfuerzo de urbanización y edificación y, entre otras cosas, destacan la Iglesia de la Asunción y el Aljibe portugués de 1514 . Otra curiosidad de la ciudad es el minarete pentagonal, único en el mundo islámico. Es desde luego una ciudad de visita obligada. El día lo terminamos en Oualidia una población de playa que en los últimos años ha incrementado con fuerza su oferta turística y, consecuentemente, el tema de las autocaravanas lo tienen más regulado. Nuestros amigos se alojaron en el hotel L'Initiale, bonito, con buen restaurante y muy cercano a la playa. Y nosotros nos fuimos a un área de autocaravanas muy cercana, junto a una estupenda gran plaza que han hecho. El área todavía no tenía los servicios que se requieren adecuados pero al final te solucionaban tus demandas. Cenamos en el hotel y paseamos un rato por la zona de playa que, por cierto es espectacular. A la mañana siguiente no me pude reprimir y compre unas ostras en la ostrería que hay a la entrada del pueblo. A parte de las ostras hay en este lugar muy buen pescado, marisco y moluscos.

Maqueta de El-Jadida

Puerto pesquero


Azemmur

Murallas Azemmur

Vista murallas El- Jadida

Aljibe



Mezquita Hassan II
















Ostrera de Oualidia



Oualidía



En ruta por la costa



El 17 nos dirigimos a Essaouira recorriendo la costa. Esta ciudad ya la conocemos bastante bien pero había que enseñarla a los que no la tenían vista. Mi mujer y yo estacionamos en un aparcamiento bastante concurrido de autocaravanas, al final del paseo marítimo, cerca de la salida por carretera a Agadir, junto a la playa y algunos chiringuitos de copas y de paseos en dromedario quad y caballo. Se hizo un buen recorrido por las murallas del siglo XVIII, por la plataforma artillera que muestra cañones fabricados en Barcelona y Sevilla y su zonas interiores con sus casas y talleres de artesanos, sobre todo de madera de raíz de tuya, que hacen verdaderas maravillas en todo tipo de muebles y complementos decorativos. También visitamos el puerto con barcos y redes amontonados en los muelles, ofreciendo un colorido extraordinario. El puerto se sitúa al extremo de una playa de estupenda arena fina, larga y de "fresca" agua. Después atravesamos la plaza Mulay el Hassan, observando que estaba cerrada (puede que de forma permanente) Casa Vera, la de las tapas españolas, y nos adentramos en la medina a pasear, pasando por la plaza de Bab el Sebaa, calle Mohammed el Gorry, el callejón de los joyeros y otros hasta el mercado que se extiende hasta la puerta Bab Dukkala. Cenamos unos estupendos tajines y yogures en un sitio ya conocido y fuimos a descansar para la siguiente jornada.

Playa de Essaouira

Paseo nocturno por Essaouira
Vistas varias de Essaouira

























Telar artesano
En esta jornada, día 18, pretendemos llegar a Agadir. Parte del recorrido lo hacemos a pocos kilómetros de la costa y el resto, desde poco después de Tamanar siguiendo la costa disfrutando de paisajes extraordinarios de playas surferas. Cerca de Tamanar paramos a comer en un restaurante desde cuyas terrazas se podía observar un importante palmeral y estupenda vega de cultivos. Esta es una de las zonas más importantes en la producción de aceite de argán. Nos tomamos con tranquilidad la ruta y nos paramos en alguna de las cooperativas de mujeres dedicadas a la producción y venta de productos derivados del los arganes. Una curiosidad que se ve frecuentemente en los campos próximos a la carretera son las cabras encaramadas en las ramas de los arganes comiendo sus frutos. Estos frutos son luego tratados normalmente por mujeres con el objeto de obtener productos, con cuya venta en las citadas cooperativas empiezan a obtener una importante mejora de las economías familiares. Llegamos a Agadir por la tarde a buena hora para alojarnos en un hotel próximo al paseo marítimo, por el que luego paseamos y en el que cenamos a orillas del Atlántico. Es una ciudad muy turística, cuyo origen fue un pequeño poblado de pescadores bereberes. En el siglo XVI los portugueses edificaron un fuerte y establecieron una guarnición para proteger sus negocios de oro y esclavos procedentes de Sudán y Guinea. los saadíes expulsaron a los protugueses a mitad de siglo. Posteriormente la gobernaron los alauitas y luego los bereberes convirtieron Agadir en un gran puerto comercial para el tráfico de mercancías del sur. A la vuelta de los alauitas el puerto cerró y Agadir sufrió una importante decadencia, hasta el punto de que en 1913, cuando los franceses penetraron en la ciudad, ésta contaba con unos 1000 habitantes. Desde entonces el establecimiento de la aeropostal, la construcción de lineas telefónicas, el retomar la actividad pesquera y la nueva construcción del gran puerto, así como el impulso turístico han hecho de Agadir una importante ciudad en el Reino de Marruecos. Debido al tremendo terremoto de 1960, cuenta con casi todas las edificaciones modernas y muchas de ellas de gran calidad y belleza.

Mujer marroquí trabajando el fruto del argán
Cooperativa de argán

Hotel de Agadir

Paseo de Agadir por la playa

 
Surf por la costa
Las cabras del argán


Chicas marroquís vendiendo caracolas

 

Kasbah de Agadir y una vista parcial de la ciudad
















El 19, por la mañana temprano, salimos rumbo a Tiznit y Sidi Ifni. Primera parada en Tiznit, ciudad que fue construida por Mulay Hassan en 1881, cuando sometió a las tribus de la zona y expulsó a los europeos. Es símbolo de la resistencia contra el protectorado de Francia. La parte más antigua está rodeada de 6 kilómetros de muralla almenada de tierra apisonada de color rosáceo. La plaza comercial , rodeada de talleres artesanales y tiendas, está al lado del zoco de los joyeros que comercializa joyas bereberes de plata, trabajadas en talleres de excelentes artesanos, muy dignas de ser admiradas. Otra cosa que ver en Tiznit es el curioso minarete de la mezquita con sus pértigas que según dicen sirven para ayudar a las almas de los difuntos a subir al cielo, o algo así. También hay que ver la fuente azul de Lalla Tiznit, una santa (mujer-morabito) que vivía allí.

Minarete
Muralla de Tiznit


Muralla
Fuente Azul

Zona comercial


Zoco de joyeros



Ingeniería de la carga



De camino a Sidi Ifni vemos la playa de Mirleft y nos paramos a comer en una playa llena de familias disfrutando del soleado día, y después en la playa de Legzira, una maravilla de la naturaleza, con sus rocas rojizas oradadas por la fuerza del mar, es una zona muy buena para practicar todas las modalidades de surf.



 



 



 






A media tarde llegamos a Sidi Ifni. Otra ciudad en la que quedan recuerdos del paso de los españoles por ella, no en vano, ya en el siglo XV se establecieron allí para controlar la ruta a Canarias. Después fueron expulsados por los saadíes y volvieron cuatro siglos más tarde, para quedarse hasta 1969, año en que se entregó a Marruecos, no sin antes sufrir unos cuantos años de ataques, escaramuzas y duros combates en los que perdieron la vida bastantes compatriotas. Nos instalamos en el hotel Safa, muy próximo al antiguo aeródromo español en el que hoy se encuentra una estación meteorológica. Salimos a pasear por la ciudad y observamos muchos edificios oficiales de la antigua administración española, casi todos ellos alojan hoy a los centros oficiales marroquís. También muchas casas y cafés de aquella época, incluido el caso de la Legión (creo) que todavía conserva el escenario y varios de los cuarteles de Tiradores, Legión, Paracaidístas, etc. Hay calles que conservan el nombre español y entre ellas la de Melilla en la que vivió de pequeña una de nuestras viajeras. Cenamos en el restaurante Namade, regentado por un buen amigo de los españoles y con un gran cocinero, ambos de trato afable y educado. Al día siguiente por la mañana, antes de emprender viaje hacia El Ouatia, fuimos a visitar el antiguo embarcadero español, anexo al actual puerto. Por lo visto las condiciones de la costa obligaban a realizar en el antiguo pequeño puerto frecuentes dragados y la mayoría de los buques españoles se veían obligados a fondear a cierta distancia. Por ello se decidió construir un teleférico hacia mar adentro, hasta la zona de fondeo de los barcos, las cabinas de ese teleférico podían transportar personal y vehículos en ambos sentidos.


Vista de la playa y paseo de la costa
Todavía con ese nombre


Una calle importante
         

Antiguo hospital español
 

Carriles de la salida del teleférico
     

Pilonas del teleférico
             

Cabina desftuida
                 

Al fondo cabina en zona de carga
Paseo marítimo y unos de los camping
       

        
Calle Melilla
     
Torre del aeródromo
                 

Ruinas de cuarteles españoles
       

Monumento al General Capaz, ahora sin placa
   

Antigua Iglesia católica
Edificio español sin ocupar
       




Día 20, después de visitar el puerto de Sidi Ifni partimos hacia El Ouatia. Vamos por el interior debido a que la costa, la zona de Playa Blanca no dispone de comunicaciones apropiadas para autocaravana. Es una pena perderse ese paisaje, esas dunas y la visita a un antiguo fuerte francés (Bou Jerif), habrá que dejarlo para otra ocasión en la que podamos alquilar un todo terreno para recorrer toda esa zona. Llegamos a Guelmin pronto, a pesar de que hemos recorrido la zona española montañosa y árida que rodea Sidi Ifni, casi hasta Guelmin. Esta ciudad fue un gran centro comercial desde el siglo X en la ruta de las caravanas que venían del sur con oro, telas, etc.
Es muy conocido el zoco semanal de camelleros y la feria anual, de gran importancia en el comercio de ese animal. Dicen que esta ciudad es la puerta del Sahara.

Puerta de Guelmin (y del Sahara?)
Montañas de la antigua zona española de Ifni

Antiguo fuerte camino de Guelmin
Zoco de camellos
     

  
Desde Guelmin seguimos por el interior hasta Tan-Tan, ciudad famosa porque de ella partió la Marcha Verde organizada por Marruecos con el fin de forzar a España a entregar el Sahara. Desde Tan-Tan nos encaminamos hacia El Ouatia población con una maravillosa playa. Zona en la que se creo el puerto de Tan-Tan, un importante centro de pesca de la sardina. En El Ouatia unos se fueron al hotel Canarias-Sahara (sencillo pero con buen servicio y un personal muy amable y dedicado y con unas habitaciones bastante buenas) muy cercano a la playa. Mi mujer y yo esta vez nos fuimos a un camping con acceso a la playa, al final del paseo marítimo. Esta ciudad a cambiado bastante, hay bastante movimiento turístico sobre todo de naturales del país, por ello hay una buena oferta de cafés, restaurantes. El paseo marítimo es muy transitado por sus habitantes y los de Tan-Tan, de manera que hay una gran animación. Esa noche cenamos en el camping, en el chiringuito caravanero.

Desayuno después de la playa
Playa de El Ouatia



 

Hay que probarla. ¡Fria como en Galicia!
El día 21 salimos rumbo a Laâioun, recorriendo una costa acantilada y, donde cedía el escarpado paisaje, con preciosas playas en las desembocaduras de los pocos ríos o en entradas de mar. También pasamos por alguna laguna interior seca, paralela a la costa. A lo largo de toda la meseta de la costa se encontraba un rosario de variopintos refugios de pescadores, algunos muy próximos a los frecuentes puestos de mehania. A medio día llegamos a Trafaya, proximo a Cabo Juby y antigua estación de la Aeropostal. Su puerto es muy importante y actualmente está en ampliación. Comimos en un restaurante situado frente a la entrada del puerto, un pescado excelente, supongo que procedente de esos pescadores que vimos durante el viaje.



 





 













Por la tarde llegamos a Laâioun. Tras pasar un control de la Gendarmería y otro de la Policía, fuimos al hotel y salimos a pasear, siempre observados por personal de seguridad. Creo que el motivo de contar con tanta seguridad es que el día anterior hubo algún tipo de disturbio relacionado con las reivindicaciones saharauis. Y, ya se sabe, en esas circunstancias los españoles somos más controlados, aunque en la mayoría de los casos no intervengamos en esas cuestiones. En fín, paseo de tarde noche, por una ciudad completamente cambiada y muy extendida. A parte de algunos edificios conservados de la poca de presencia española, como el Parador hoy día un hotel lleno de personal de la misión de ONU en el sáhara, hay edificaciones modernas llamativas y de calidad, además de muchas viviendas bastante recientes ocupadas en su mayoría por gente atraída por el efecto llamada de las comparablemente favorables condiciones de vida ofrecidas. Al día siguiente fuimos al aeropuerto para que nuestras mujeres viajaran hasta Las Palmas de Gran Canaria de regreso a casa. Se nos terminó la buena compañía. Nosotros fuimos a la zona del puerto y la cinta transportadora de fosfatos y nos dirigimos a la carretera de la costa que llega a Tarfaya. Entre la ciudad y el puerto vimos algunas ruinas de los asentamientos de las tropas españolas que permanecieron aquí hasta 1975.





 
















A partir de aquí el viaje transcurre, casi por completo por sitios por los que ya hemos estado en otras ocasiones, y que ya hemos mencionado en otros relatos. Por ello, y por que en estos momentos no tengo el tiempo libre suficiente para terminar este relato, lo dejo. Pero haré una nueva entrada con el relato que ya ha terminado el amigo Miguel, que incluye todo el recorrido. Lo que si voy a poner aquí son unas cuantas fotos desde Laâioun hasta Ceuta.

Estacionamos en la reserva natural de Nahila
 




Dunas camino de Ouatia




 

 



 





 





 







 



 











 



 

 
 

 



 

1 comentario:

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